
La Ínsula: Descubriendo la Conexión entre Cuerpo y Emoción
- Isa Workshop
- 11 abr 2024
- 3 Min. de lectura
¿Qué es la Ínsula?
La ínsula, también conocida como la “isla de Reil”, es una parte del córtex cerebral que se encuentra profundamente en el surco lateral del cerebro. A menudo pasada por alto debido a su ubicación oculta, la ínsula desempeña un papel crucial en la integración de señales sensoriales, emocionales y cognitivas. Se divide en tres partes: frontal, parietal y temporal, cubiertas por los opercula pequeñas “tapas”) de los lóbulos adyacentes.
Funciones de la Ínsula:
Conciencia Corporal: La ínsula procesa señales sensoriales del cuerpo, como temperatura, dolor y presión. Nos ayuda a sentirnos “dentro” de nuestro cuerpo y a reconocer nuestras emociones físicas.
Emociones y Empatía: La ínsula está vinculada a la percepción emocional. Nos permite experimentar emociones como tristeza, felicidad, ira y miedo. Además, desempeña un papel en la empatía, permitiéndonos comprender las emociones de los demás.
Regulación de Deseos y Adicciones: La ínsula está relacionada con los deseos y las adicciones. Por ejemplo, cuando anhelamos algo (como chocolate o cigarrillos), la ínsula se activa.
Toma de Decisiones: La ínsula influye en nuestras decisiones al evaluar las señales corporales y emocionales. Nos ayuda a sopesar riesgos y recompensas.
Estudios Relevantes:
Conexiones: La ínsula se conecta con áreas como el neocórtex, los ganglios basales y el sistema límbico. Estas conexiones influyen en nuestras respuestas emocionales y decisiones.
Neurofeedback: Un estudio demostró que el neurofeedback guiado por la imaginación motora cinestésica (usando resonancia magnética funcional) mejoró la conectividad funcional entre la ínsula y la corteza frontal dorsomedial en personas con enfermedad de Parkinson.
La ínsula es una “isla” cerebral que nos conecta con nuestro cuerpo y nuestras emociones. Su papel es fundamental para nuestra experiencia humana.
“El Vínculo entre Posturas Corporales y Emociones: El Papel de la Ínsula”
Cómo las Posturas del Cuerpo Afectan Emocionalmente a Través de la Ínsula

Interocepción y la Ínsula:
La ínsula es la principal región receptora del cerebro para la información interoceptiva. Esto incluye señales del sistema nervioso autónomo, como cambios en la frecuencia cardíaca, la respiración y la temperatura corporal.
Cuando adoptamos ciertas posturas, como encogernos o cruzar los brazos, la ínsula recibe señales sobre la tensión muscular, la presión arterial y otros cambios corporales. Estas señales afectan nuestra conciencia corporal y, por lo tanto, nuestras emociones.
Posturas de Poder vs. Posturas Encogidas:
Posturas de Poder: Adoptar una postura expansiva, como mantener los hombros hacia atrás y el pecho abierto, puede activar la ínsula de manera positiva.
Esto se asocia con una mayor confianza, autoestima y menos estrés.

Posturas Encogidas: Por el contrario, posturas encogidas, como encogerse o cruzar los brazos, pueden activar la ínsula de manera negativa. Esto puede aumentar la ansiedad, inseguridad y tensión emocional.

Estudios Relevantes:
Un estudio investigó cómo las diferencias individuales en la conexión emocional con el cuerpo afectan la conectividad efectiva entre la ínsula y la corteza cingulada anterior durante el procesamiento de la ira.
Descubrieron que las personas con una disposición de conexión emocional hacia adentro (que sienten más intensamente las sensaciones corporales) mostraron una mayor activación de la ínsula durante la sesión de ira.
Otro estudio sugiere que la ínsula integra información cognitiva, afectiva, sensorial y autonómica para crear un estado conscientemente percibido de “sentimiento”.
Basado en la información anterior, queda claro que nuestras posturas corporales no solo afectan nuestra apariencia física, sino también nuestras emociones y estados mentales. Adoptar posturas de poder, como mantener una postura erguida y abierta, no solo activa positivamente la ínsula, sino que también puede mejorar nuestra confianza, autoestima y reducir el estrés.
Incorporar estas posturas en nuestras actividades diarias, incluso en las más simples, puede marcar una gran diferencia en cómo nos sentimos y enfrentamos los desafíos. Ya sea en una reunión importante, una entrevista de trabajo o simplemente en nuestra vida cotidiana, mantener una postura de poder puede ayudarnos a sentirnos más seguros y positivos.
Así que la próxima vez que te encuentres en una situación que requiera un impulso de confianza, recuerda la conexión entre tu cuerpo y emociones, y adopta una postura de poder para sentirte empoderado y positivo. ¡Tu ínsula te lo agradecerá!
wow que increible , no sabia eso de la ínsula, 😮
Gracias Isa, cada vez aprendo mas cosas interesantes con usted 💝
Bendiciones😊
Wow, no sabía el poder de la ínsula y tampoco del efecto que tiene nuestra postura en la ínsula y por ende en nuestras emociones y sentimientos. Seguiré practicando la postura correcta, gracias.